Familias Canguro...

¿Y cuándo te lo quiten?... es una de las frases más oída por todas aquellas familias que se hayan embarcado en la maravillosa experiencia de acoger a un niñ@ en su hogar.















domingo, 15 de noviembre de 2009

Que suerte tuviste...


Ayer se celebró en Oviedo el VIII encuentro Autonómico de Familias de Acogida de Cruz Roja de Asturias.
Allí nos econtramos con mucha gente: con familias, con personal de distintas instituciones, con voluntarios de Cruz Roja, etc, etc.
Después de las ponencias, donde se trataron evidentemente temas sobre acogimiento, tuvimos una comida. Al finalizar la comida, durante la sobremesa, mientras compartiamos con otras familias nuestras experiencias con los pequeños, se acercó una chica a la cual no conociamos de nada y evidentemente ella a nosotros tampoco. Se dirigió directamente al carricoche, donde nuestra pequeña dormía placidamente después de haber tomado el bibe que le había dado una voluntaria de Cruz Roja. La miró y con una sonrisa dijo: "Tú eres .....", luego como queriendo confirmar lo que ella ya sabía, miró a María y le preguntó ¿es....?. Nos aclaró que ella, había llevado el expediente de nuestro bebé. Evidentemente era y es, quien ella pensaba. Volvió a mirar a la nena y le dijo: "que suerte tuviste".
Supongo, que, quien bien nos quiere, pensará esa frase, como algo muy cierto al conocernos a nosotros, otros, los que nos quieren mal, dirán "bueno, bueno......". El caso es que ni unos, ni otros, están en lo cierto.
La suerte de nuestro bebé nada tiene que ver con María y conmigo. Nuestro bebé tiene suerte por estar en una familia, que si bien en este caso somos nosotros, bien podría ser cualquier otra del programa, e incluso en "esa que todavía no se ha decidido a dar el paso". La suerte de nuestra peque, es la desgracia de otros muchos, por falta de familias voluntarias.
No voy a engañaros, hay que dar mucho de uno mismo para estar en este proyecto, pero lo que se recibe a cambio es muchísimo más de lo que se da.
Ojalá que dentro de un año, cuando se celebre el IX encuentro, haya más bebés con suerte.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Yo no podría...


Hace unos días una amiga me preguntaba si ya había oído algún comentario "de esos ingeniosos" que nos suelen decir cuando de nuevo tenemos un bebé con nosotros...Bueno, por supuesto que si ha habido frases "lapidarias" pero la verdad es que no sé si es que me hago un poco más mayor y por lo tanto más benevolente con las tonterías cotidianas o es que el cansancio me impide darle una vuelta a las frases que nos regalan tan amablemente los conocidos. No me malinterpretéis. Cuando digo que estoy cansada, no me refiero al cansancio físico que puede resultar de cuidar de un bebé de pocos días. Nada más lejos de la realidad. Nuestro "bichito" es un cielo que apenas da que hacer, come cada casi 4 horas, apenas llora y no mancha ni los baberos. De momento, sólo nos da sueño partido durante la noche....así que lo del cansancio no va por ella.
Lo del cansancio va más bien por un montón de gente que nos trata como si lo que hiciéramos fuera algo tan incomprensible y de un sacrificio tal, que sólo les falta reservarnos un palco de honor en lo más profundo de su corazón. A ver, no desprecio su admiración, simplemente no creo merecerla. No sé si ya lo dije con anterioridad o no, pero suelo repetir bastante a menudo a toda la gente que intenta "subirme de escalón" que cada uno hace lo que puede y en la medida que puede. Hace 8 años Berto y yo nos informamos sobre el Programa de Familias de Acogida, pero no era el momento, ahora sí. Del mismo modo, otras personas ahora no y quizás dentro de unos años digan sí a este proyecto o a otro que de algún modo ayude a mejorar la sociedad en la que vivimos. En la vida pasamos por muchas etapas y yo creo que todas nos ayudan a mejorar, a madurar, pero en esencia somos los mismos, colaboremos o no con alguna causa. Aunque en determinadas ocasiones tengamos que decir no, lo importante, lo que nos mueve, está ahí dentro y uno no va proclamando sus ideales o sus motivaciones. Por lo tanto todos somos iguales defendamos o no de forma visible algo que nos causa dolor o nos parece injusto.
Y por cierto, por si alguien aún no lo tiene claro: Yo no podría dejar, a todos esos bebés, sin una familia, sea por dos meses o por dos años.