Familias Canguro...

¿Y cuándo te lo quiten?... es una de las frases más oída por todas aquellas familias que se hayan embarcado en la maravillosa experiencia de acoger a un niñ@ en su hogar.















jueves, 27 de mayo de 2010

Primeros pasos...

Lo bueno de tener un bebé de acogida en casa (al menos una de las cosas buenas) es que sólo te ocupas de cuidarlo y disfrutarlo, algo que con los hijos no se consigue. Con tus hijos, naturales o no, haces planes para ellos, buscas cualidades o defectos de la "casa", tratas de imaginarte como serán en un futuro...
Reconozco que en mi caso soy bastante prudente a la hora de planificar o de influir en sus gustos pues no me gustaría proyectar en ellas lo que yo no conseguí o lo que me gustaría que fueran. Intento buscar caminos que las guíen pero sin que pierdan nunca la inmensidad del horizonte ante ellas. Evidentemente, no me gustan las etiquetas. Sé que es inevitable y que por instinto juzgamos y etiquetamos porque sólo si estamos con los que nos asemejamos tenemos más garantías de sobrevivir. Pero como también creo que estamos en continua evolución no sería justa si no os dijera que creo también en las mezclas, en la diversidad, en las fusiones. Que creo que todo esto nos hace avanzar. Conocer bien lo que nos rodea nos da seguridad y perfección, salir a conocer lo que desconocemos nos hace ser mejores, llegar más lejos. Al final, lo de siempre, lograr un equilibrio...¿y por qué os cuento todo esto? Porque mientras "nuestro" bebé comienza a decir sus primeras palabras y a despertar, nuestra niñas, comienzan a tomar sus propias decisiones, acertadas o no, y nosotros asistimos, casi impotentes, a sus contradictorios deseos de permanecer o experimentar....
Supongo que la paciencia es la mejor compañía...pero no conozco a ningún chico o chica de su edad con ese nombre....

jueves, 20 de mayo de 2010

Música celestial...



Ya en su día escribí en la entrada Regalos para el Alma, que las primeras sonrisas de los bebés no son una respuesta consciente a los estímulos que les aportamos aquellos quienes los cuidamos.
Sin embargo las primeras palabras, aún no teniendo consciencia de su significado, si que las dicen sabiendo que lo hacen. Con esto lo que quiero decir, es que nuestra pequeña hace unos días ha comenzado a decir pa-pá, y si bien no identifica la figura de un hombre con esa palabra, la dice y la repite como el mayor de los descubrimientos. Tanto es así, que el otro día venía dormida en el carricoche y nada más despertar, lo primero que hizo fue decir pa-pá.
No hace falta decir que la alegría en casa fue mayúscula, yo creo que porque nuesto perro no sabe hablar, sino también estaría animándola y felicitándola cada vez que lo dice bien.
Sin embargo he de confesar, que durante una décima de segundo, tuve un sentimiento de tristeza. Tristeza no por mi, sino por el verdadero padre que algún día tendrá nuestra peque, por que él nunca oíra de sus labios el primer papá. Pero como he dicho, sólo fue un instante, pues enseguida pensé, que cuando llegue el día que la peque esté con sus padres, ese día cuando ella lo llame papá, lo hará con total conocimiento y puedo imaginar que ese primer papá, le sonará a ese hombre como música celestial...
Mientras tanto, nosotros seguiremos enseñándole a decir: mamá, nany (mi mujer), beto (yo), ela (mi hija mayor), nina (mi hija pequeña), dago (nuestro perro)...tito, tita, pan...y todo lo que sea necesario. Y por supuesto con todo el Amor del mundo...