Familias Canguro...

¿Y cuándo te lo quiten?... es una de las frases más oída por todas aquellas familias que se hayan embarcado en la maravillosa experiencia de acoger a un niñ@ en su hogar.















viernes, 11 de septiembre de 2009

Ser o no ser...

Hoy comenzó el colegio para miles de escolares en toda Asturias. Mi niña grande, empieza secundaria, así que aún le quedan unos días para remolonear en la cama mientras su hermana se va a clase como si emprendiera su "gran año".
Y es que para nuestra peque cada año de colegio es uno menos para su objetivo: ser "melica". Bueno "melica" era lo que quería ser de mayor cuando, evidentemente, aún era muy pequeña. Con el tiempo fue dando forma a su objetivo para establecerse desde hace un par de años en forense. Sí ya me imagino lo que estaréis pensando, pero no...Nuestra peque no ha visto nunca CSI, ni House ni ninguna peli de la que sacar su vocación. Ella quiere ser médica, quiere ver "los cuerpos" por dentro, trabajar tranquilamente (escuchando música a poder ser) y por supuesto que no se le muera nadie por una equivocación suya. Como padres a Berto y a mí sólo nos quedaba una cosa: orientarla. Y ahí comenzó todo. Durante más de dos años nos hemos tenido que enfrentar a muchas miradas de asombro, hemos tenido que explicar todo esto varias veces y por supuesto a alguna que otra sospecha sobre nuestra capacidad educativa. Pero claro, con el tiempo la gente se cansa, la gente, porque nuestra peque no. A ella no hay quien la separe de su objetivo. No sé si con el tiempo lo conseguirá o no (desde luego ella pone todo su esfuerzo en ello) pero sí sé que tener las ideas tan claras desde tan pronto es un punto a su favor.
En mi familia la dedicación a los estudios es algo que por desgracia no nos viene de serie y es que sin medios personales ni materiales, el hábito del estudio es muy difícil de conseguir y de mantener. Sin embargo, esas circunstancias me han servido para estar alerta a los errores, para aprender cada día un poco más, para esforzarme otro poco más aún y para animarla en su sueño o recordarle que la felicidad espera en cualquier esquina aunque no consigas un brillante expediente académico.
Mientras, mi peque seguirá enfrentandose con una sonrisa a sus libros de 5º de Primaria como si de ellos dependiera su nota de la Selectividad.



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