Esa fué la primera frase que escuché de boca de un conocido, cuando despedimos a nuestro último pequeño.
No es una mala persona, sólo creo que no pensó lo que acababa de decir. Estoy convencido, que si él supiera el daño que me hicieron sus palabras, no las hubiera dicho.
¿Cuántas veces habré hecho yo daño por hablar sin pensar?. Sólo espero que me perdonen, yo ya lo hice, y a mi conocido también.
¿Qué pensabais eh?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario